¿Qué es el karma y cómo afecta a tu vida?


El karma es un tema del que mucha gente habla, pero pocos entienden. El profesor V. K. Choudhry, fundador del System Approach de la Astrología Védica, afirma que en el corazón de la Astrología se encuentra la Teoría del Karma. Dado esto, pensé que sería una buena idea que entendiéramos qué es realmente el karma y como puede enriquecer o arruinar tu vida.

En su sentido más puro, el karma es el total de acciones acumuladas tomadas por una persona en este existencia y en estados anteriores de existencia que contribuyen a cómo vivirá en las existencias futuras. El karma es un concepto que se originó hace miles de años en el Oriente a través de las tradiciones Védicas Hindúes y luego fue adoptado en otras religiones de la India, como el Budismo y el Jainismo.

Con esta definición básica en la mano, exploremos ahora qué significan esas palabras.

En el Brihadaranyaka Upanishad, una de las escrituras Hindúes más antiguas, el karma se conoce como un “poderoso secreto,” que solo los iniciados pueden conocer.

Profunda es esta ley causal, y profunda parece ser. Es al no saber, al no entender, al no penetrar en esta doctrina que el mundo de los hombres se ha enredado como un ovillo de hilo … incapaz de pasar más allá del Camino del Infortunio, y la rueda incesante de Renacimiento.

Buda – Sutta Nipata

La visión occidental del karma

En el Occidente, el karma se conceptualiza como una ley universal de justicia. Por ejemplo, si alguien roba una tienda, lo que se considera un acto malvado, pero la policía no lo atrapa y él se sale con la suya, entonces la gente tiende a pensar que el karma lo atrapará al final.

Con eso, queremos decir que en algún momento más adelante en su vida sufrirá. Creemos que las leyes de la justicia equilibrarán las cosas de forma natural, que se merece cualquier cosa mala que le suceda en el futuro, porque ese es su castigo. Tal vez unos años después, alguien roba su computadora o le sucede algo malo.

Observamos: “¡Ja! El karma lo atrapó porque hizo algo malo en su pasado.”

De hecho, cualquier percance que ocurra, especialmente aquellos para los cuales no hay una explicación clara, tendemos a atribuirlo al karma.

Quiero proporcionarte una explicación matizada y más precisa. Una explicación que se centra en cómo funciona el karma en tu vida. Después de todo, no deseas información que solo se aplique a ladrones y a otros delincuentes. Deseas una explicación que se aplique a todo lo que está ocurriendo en tu vida en este momento. Deseas comprender por qué puedes estar sufriendo y no estár logrando los resultados que deseas en tu vida. Así que el karma tendrá relevancia para ti.

Karma en la filosofía oriental

Te haces daño, porque el polvo que arrojaste contra el viento vuelve al lanzador.

Buda

Como nos enseña la cita anterior, cada acción que realices en la vida, ya sea grande o pequeña, tiene una cierta consecuencia asociada. Y las acciones negativas tienden a tener consecuencias negativas naturales. Estas consecuencias negativas no tienen que venir de fuentes externas. De hecho, las peores vienen de adentro.

Karma es una palabra sánscrita de la raíz kri que se traduce aproximadamente en acción. Karma es igual a acción.

El hombre se convierte en lo que hace. ¿Se puede refutar esta doctrina? Si es verdad. Es la verdad más importante y más despreciada del mundo. [1]

William Loftus Hare

Quizás te estés preguntando en este punto.

¿Acción?

¿Qué tiene esto que ver con la justicia y la igualdad que muchos han interpretado que significa karma?

Vamos a desentrañar esto.

Un principio básico del universo es que la vida es Una. Todas sus formas están interrelacionadas en un todo enormemente complicado pero indivisible. Por lo tanto, cada acción de cualquier forma de vida, desde la más alta hasta la más baja, también debe reaccionar en cualquier otra forma.

El error más profundo en todas las creencias humanas se llama Attavada en el budismo. Es la creencia en la separación de la mente, el alma o el espíritu del Uno, del Ser infinito, de lo que todos son manifestación. El Buda la llamó; la herejía de Attavada. Este principio fundamental de unidad, la base misma de la solidaridad en el universo, debe ser comprendido y reconocido a fondo antes de que la teoría del karma pueda ser entendida de alguna manera.

El hombre no puede elevarse por encima de sus fallas individuales sin levantar, aunque sea apenas, todo el cuerpo del cual él es parte integral. Del mismo modo, nadie puede pecar, ni sufrir los efectos del pecado, solo. En realidad, no existe tal cosa como separación; y el enfoque más cercano a ese estado egoísta que permiten las leyes de la vida existe en la intención o en el motivo. [2]

Helena. P. Blavatsky

Acciones y consecuencias

Tus acciones, junto con las acciones de otros, incluidos las de grupos de vecinos, gobiernos a nivel nacional y local, corporaciones y otras organizaciones, las acciones de animales, y las acciones naturales del universo — todas tienen consecuencias.

En el mundo físico, es la ley de causa y efecto. Es la tercera ley de movimiento de Isaac Newton: por cada acción, hay una reacción opuesta e igual. Cada efecto tiene una causa. La vida misma es una interacción gigante de acciones. Desde un punto de vista espiritual, el Karma es la ley de la retribución moral, en la cual no solo todas las causas tienen efecto, sino que quien pone la causa en acción sufre el efecto.

Pero la teoría del karma solo es comprensible desde el punto de vista espiritual. Considerarla como una ley mecánica de débito y crédito por las acciones buenas y malas es robarle a la doctrina su poder vivo. [3]

Christmas Humphreys

Consideremos la vida del artista y científico renacentista Leonardo da Vinci. Podemos tomar los momentos exactos de su nacimiento y muerte, extender a los años de su adultez y podríamos observar una serie de acciones y consecuencias que caracterizaron su vida. Cuanto más de cerca examinemos su vida, más acciones y consecuencias veríamos. Además, nos daríamos cuenta de que la serie de acciones y consecuencias de la vida de da Vinci se complementan entre sí, de modo que las consecuencias resultantes de acciones anteriores tenían una tendencia a influir en sus acciones futuras.

Reconociendo esto y aplicándolo a nuestras vidas, concluiríamos que las buenas acciones resultarán en buenas consecuencias y las malas acciones darán lugar a malas consecuencias. Parece sencillo. ¿Correcto?

Depende.

La cultura occidental tiende a ver lo bueno y lo malo desde una perspectiva material, tales cosas que has hecho, cosas que ocurren (al azar o intencionalmente) y cosas percibidas a través de nuestros sentidos.

Por otro lado, la filosofía oriental tiende a ver lo bueno y lo malo desde una perspectiva espiritual, especialmente en términos de intención.

Un error común que la gente tiene sobre el karma es que es una ley sobrenatural del universo. Esta es una representación inexacta. Un Dios, con una larga barba blanca en los cielos, vigilando a todos, manteniendo una cuenta de cuántas cosas buenas o malas has hecho, y luego, de alguna manera equilibrando las cosas al final. Eso no existe.

No es así como funciona realmente el karma. El karma es una ley natural. Es una ley psicológica, en la que el karma explica profundamente el comportamiento humano. También es una ley espiritual. Y el aspecto espiritual realmente comienza a entenderse cuando se comprende lo que los antiguos sabios hindúes querían decir con el bien y el mal. Y no es en absoluto cómo Occidente tiende a conceptualizar estos términos.

Las acciones buenas y malas definidas

En la filosofía oriental, el bien significa altruismo. Estas son acciones que no provienen de tu ego, sino de tu naturaleza espiritual.

El Mal significa egoísmo. Se podría decir que estos actos son malvados. Pero no debes tratar de ver el mal objetivamente, como si hubiera una monstruosidad demoníaca sentada debajo de la Tierra que te va a tentar a hacer algo malvado o convertirte en una persona malvada. El mal en realidad es más mundano. Así es como se aplica a diario en tu vida.

El mal son las acciones que tomas que emanan de tu ego, haciendo cosas desde tu identidad o desde ti mismo.

¿Qué se entiende por actos egoístas? Este es un concepto interesante por desentrañar. Aquí hay dos ejemplos obvios.

  • Trabajas en equipo con compañeros de trabajo en un proyecto que posteriormente te acreditas a ti mismo.
  • Comiéndote todo el helado que se había reservado para la fiesta de cumpleaños de un niño, arruinándo la fiesta.

¿Cuáles son las malas consecuencias? Tendemos a pensar que las peores consecuencias son las que vienen del exterior. Por ejemplo, si te atrapan robando una tienda, vas a la cárcel.

Extendiendo uno de los ejemplos anteriores, si tú te comes todo el helado designado para la fiesta de cumpleaños de un niño, el niño probablemente llorará. Las personas que asisten a la fiesta pueden pensar mal de ti o enojarse contigo. Alguien podría pelear contigo y podría provocarte lesiones, tal vez incluso mandarte al hospital. La policía podría involucrarse y uno o ambos podrían ser llevados a la cárcel. Todo por ser egoísta y comerte el helado.

Estas son todas consecuencias externas. Pero el karma en realidad no se enfoca en eso. Está más enfocado en lo que está sucediendo en tu mente. Esta es la parte más perjudicial. Podrías pensar que ser enviado a la cárcel por robar una tienda es la peor de las consecuencias, pero no lo es.

Como dijo el Buda, el polvo vuelve a tu cara. En el instante en que haces el mal por medio de un acto egoísta, inmediatamente sufres las consecuencias del mismo, incluso si nadie te ve y no eres descubierto ni atrapado. Ya te estás dañando por dentro.

Es importante no subestimar cuán catastrófico puede ser este daño en el interior. Puedes estar pensando que una mentira insignificante contada aquí y allá, o un acto egoísta de glotonería, o reclamar crédito que no mereces, no es gran cosa. En el gran esquema de las cosas, no importará tanto si puedes evitar las consecuencias externas. ¿Correcto?

Pero te equivocas. Los antiguos sabios hindúes nos enseñan que el daño es acumulativo, que hay un ciclo de egoísmo que se extiende a lo largo de nuestras vidas, y la consecuencia es el sufrimiento.

¿Qué son las acciones egoístas?

Cualquier acción que defienda, promueva o te engrandezca, a ti mismo, a tu identidad, no solo una parte de ti, son actos egoístas. Este es un concepto muy difícil de aceptar para las personas, particularmente las de las culturas occidentales donde se valora el individualismo y el materialismo.

El problema es parte de nuestra propia creación. Durante siglos, la cultura occidental ha estado promoviendo la noción completamente falsa de un yo separado. Es difícil para nosotros comprender una visión de la existencia en la que un yo separativo es visto como una ilusión y la fuente de nuestro sufrimiento.

Cuando se consideran las ramificaciones de los ciclos de egoísmo, llegamos a la inevitable conclusión de que nuestras vidas se caracterizan por el egocentrismo y la autoabsorción. Esto no es solo una base de la filosofía védica, el psiquiatra suizo Carl Jung y el filósofo alemán Friedrich Nietzsche llegaron a una conclusión similar.

Conocer tu propia oscuridad es el mejor método para lidiar con la oscuridad de otras personas.

Carl Jung

Siempre que subo, me sigue un perro llamado ‘Ego’.

Friedrich Nietzsche

Podemos citar muchos ejemplos de egoísmo en blanco y negro. Al ver tu vida desde esta perspectiva, puedes pensar que no has vivido una vida egoísta. Después de todo, probablemente no hayas robado una tienda, destruido la propiedad de alguien o enviado al hospital a otra persona. Sin embargo, hay formas más sutiles en las que el egoísmo puede colarse en nuestras vidas y causar daños.

Sutiles acciones de egoísmo

Según los sabios Védicos, la secuencia de acción es ignorancia, deseo, voluntad, pensamiento y acto. Primero viene Avidya, o ignorancia, porque toda manifestación, y todo lo que procede dentro de ella, no está iluminada. En tu ignorancia, deseas cosas para tí mismo, creyendo que tienes un “yo” que tiene intereses propios.

El hombre está completamente formado por el deseo; según sea su deseo, así es su voluntad, según sea su voluntad, así son sus obras; de acuerdo con sus obras, es lo que le acontece.

Brihadaranyaka Upanishad

Entre la voluntad de actuar y el acto mismo, se piensa, la concepción dentro de la mente de la cual el acto es la expresión visible. Por lo tanto, el control del pensamiento, incluida la emoción, es un preludio necesario para el control de la acción.

Como un hombre piensa en su corazón, así se vuelve.

Proverbios 23:7

Pensemos en . Eso es lo que está en el centro de todo esto:. La verdad es que cometes acciones egoístas todo el tiempo. Por ejemplo, podrías sentir celos. Tus celos ni siquiera tienen que ser verbalizados. El pensamiento en sí mismo es una acción malvada. No tienes que hacer algo que exprese tus celos.

Ningún acto se realiza sin un pensamiento en su raíz, ya sea en el momento de la ejecución o lo que conlleva a ello. [4]

William Q. Judge

A continuación hay algunos ejemplos de acciones egoístas más sutiles.

  • En el trabajo, estás celoso de alguien porque realiza tareas asignadas mejor que tú. Cuando llegue el momento de la promoción, ese individuo probablemente la recibirá y no tú.
  • Descubres que uno de tus compañeros de trabajo recibe un salario mejor que el tuyo. Esto causa celos y enojo.
  • Al llegar al supermercado, estás molesto porque alguien se parqueó en un espacio de estacionamiento que habías deseado para ti. Creías que te pertenecía.
  • Criticas a tus seres queridos y amigos regularmente. De nuevo, no tienes que vocalizar tus críticas. Puedes ver a alguien haciendo algo que no te gusta y lo criticas o juzgas.
  • Manipulas a los demás de manera sutil. Tal vez manipulas las interacciones con tus amigos para que siempre parezcas mejor que ellos.

¿Por qué haces estas cosas?

Los haces porque, en el fondo, tienes miedo y necesitas protegerte. Me refiero a TI, el ego. Desde el momento de tu nacimiento, has estado viviendo en un modo de supervivencia propia, donde siempre se trata de autoprotección y engrandecimiento de tu ego.

  • ¿Cómo gano más dinero para sentirme un poco más seguro?
  • ¿Cómo encuentro una pareja romántica que me ayude a sentirme más segura y mejor conmigo misma?
  • ¿Cómo consigo esa casa o automóvil que me hará sentir más seguro o incluso superior a los demás?
  • ¿Cómo mejoro mi apariencia para sentirme más segura?

La lista podría ser interminable. La industria publicitaria apunta a esta necesidad de proteger el ego y sentirse seguro. Nos manipula para comprar cosas, muchas de las cuales en realidad no necesitamos. Es una industria construida sobre las malas acciones.

El punto es que cada vez que algo amenaza la seguridad de tu ego, te vuelves protector. Esto se manifiesta en miedo, ira, ser crítico y ser manipulador. Todas estas acciones negativas te hacen sufrir como consecuencia.

Sufres porque estás inconsciente. No me refiero en el sentido físico, como si te desmayases. Más bien estás espiritualmente inconsciente. No eres consciente del hecho de que estás cometiendo acciones egoístas y del daño que te están causando.

En el núcleo mismo de la Teoría del Karma está la identidad, el , que cree que debe protegerse. Pero esta identidad es fundamentalmente falsa. Es una ilusión creada a partir de pensamientos y conceptos. No es parte de la realidad física. Debido a esto, tu vida consiste en un elaborado drama en la que tratas de proteger una ilusión, y siempre te sientes inseguro porque en el centro lo que hay es un vacío. No hay nada sólido allí. Como consecuencia, tienes este ciclo perpetuo de sufrimiento en la vida.

Puedes contrarrestar diciendo que la vida está repleta de desafíos. La vida es difícil. La vida está plagada de emociones negativas. La vida está plagada de drama. La vida está llena de dolor. Así es la vida. Hay que acostumbrarse a ella.

Sin embargo, esto no tiene que ser cierto.

La vida es así para un porcentaje abrumador de personas en el mundo porque se comportan egoístamente la mayor parte del tiempo y las consecuencias internamente destructivas de sus acciones las están haciendo sufrir.

El hombre es castigado por sus mismos pecados, no debido a ellos. El karma no recompensa ni castiga; solo restaura la armonía perdida. [5]

Christmas Humphreys

Por ejemplo, cuando te pones celoso de ese compañero tuyo, ¿cuál es la consecuencia interna de esa acción? Es posible que tu compañero de trabajo ni siquiera se dé cuenta de tus celos. Pero la consecuencia interna es que te vuelves un amargado.

Quizás comiences a comportarte de una manera pasivo-agresiva hacia esa persona. Te vuelves hipersensible a lo que dicen los que te rodean, a sus modales y su tono de voz. Cuestionas sus motivos y comienzas a pensar que todos están en tu contra. Tal vez te desempeñas peor en el trabajo porque estás tan concentrado en ese colega que tiene una mejor posición que tú, que gana más dinero que tú y por el cual estás celoso.

Estas acciones egoístas te socavan. En lugar de protegerte, proteger tu ego, de una amenaza percibida, lo que haces es sentirte menos seguro, lo que a su vez te mantiene en modo de autoprotección. Se convierte en un ciclo interminable en la que vives concentrado en tí mismo.

Podrias decir. “¿Pero qué tiene de malo centrarme en mí mismo? ¿No es así como sobrevivo? La vida es competitiva. ¿No ganan siempre los más fuertes y los más inteligentes?”

La verdad es que no tienes que poner tanta atención en tu supervivencia. Cuando haces esto, te quedas ciego o inconsciente de la forma en que este ciclo de supervivencia está dañando tu vida. Te hace incapaz de tener una vida tranquila, pacífica y plena.

No puedes ser feliz porque siempre estás vigilando, mirando por encima del hombro. Temes constantemente lo que sucederá después. Temes que esta ilusión vacía que estás defendiendo sea descubierta por otros. Por lo tanto, intentas cubrirla con capas sucesivas de protección puesta sobre esta ilusión para que se sienta más real para ti. Pero es un esfuerzo en vano. No tendrás éxito de esa manera.

El infierno en la Tierra

La verdadera consecuencia de esto es el infierno. No me refiero a la noción cristiana del infierno promovida en Occidente, en la que el infierno es un lugar de condenación eterna en la otra vida. Ese concepto no es lo que literalmente significa el infierno. Estoy hablando del infierno en la Tierra.

¿De dónde vino esa idea del infierno?

Proviene de los ciclos interminables de sufrimiento, que están aquí para ti, ahora mismo, en esta vida. El infierno en la Tierra es real. Esa es la vida de la mayoría de las personas, incluida probablemente la tuya.

Es una vida en la que no puedes tener verdadera felicidad y tranquilidad. Te falta tranquilidad porque siempre estás estresado y ansioso. Siempre estás secretamente enojado con alguien, amargado con los demás y siempre tratando de manipular situaciones para lo que percibes como ventaja. Toda tu vida es eso.

Este concepto es muy profundo y sutil. No te gusta escuchar esto. Es incómodo y no te gusta admitirlo. La mayoría lo rechaza. Pero rechazarlo no terminará con el sufrimiento.

Entonces, ¿cuál es la respuesta?

La respuesta es dejar de permitir que tu ego, la ilusión del yo, maneje tu vida. Puedes lograr esto a través de varias actividades de concientización que te acerquen a la iluminación, las más destacadas son las diversas formas de meditación. Es a través de este trabajo que comenzarás a aprender la forma cómo manipulas todo a tu alrededor para proteger tu ego. Escribiré más sobre esto en un artículo futuro.

¿Qué es una acción sin egoísmo?

En pocas palabras, una acción sin egoísmo es una acción tomada sin pensar.

¿Sin pensar?

Sí, porque el pensamiento es un problema. El pensamiento crea y nutre la noción de TI. Construye una identidad falsa que debe protegerse a toda costa. Entonces los pensamientos deben ser silenciados y esto se logra a través de la meditación.

No digo que tengas que silenciar pensamientos prácticos, como la necesidad de preparar una comida o ir a trabajar. Esos son necesarios para tu supervivencia física. En cambio, me refiero a silenciar los pensamientos egoístas, aquellos que promueven, defienden y engrandecen el ego, pensamientos absortos en sí mismos que impregnan y predominan tu existencia.

No puedes ser verdaderamente feliz mientras tu vida esté siendo secuestrada por el ego y gastes tu energía en intentos inútiles para protegerla. Desafortunadamente, muchas personas no son conscientes de esto: están viviendo en su propio infierno privado.

El cielo en la Tierra

La otra consecuencia es que porque estás viviendo en el infierno, no puedes experimentar el paraíso. Nuevamente, este no es un lugar separado en las nubes al que vas después de morir. El cielo puede estar aquí para ti ahora mismo.

¿Que es el cielo?

El cielo es el estado de ser espiritual; es el estado de no tener pensamientos egoístas. Es el estado del ser en que no existe egoísmo.

Cuando descartas el sentido falso del ser que posees; cuando desentrañas las muchas capas diseñadas para defenderlo y protegerlo, que es lo que la iluminación busca hacer, entonces descubres que puedes alcanzar la felicidad genuina aquí y ahora, independientemente de las circunstancias externas. Puedes vivir en el paraíso. Puedes liberarte de la esclavitud de las acciones egoístas que acumulan karma negativo y comenzar a acumular karma positivo a través de acciones sin egoísmo. Puedes tener verdadera paz mental. Puedes tener el cielo en la Tierra.

Agradecimientos

Las conferencias de Leo Gura ayudaron en la organización y formación de conceptos para este artículo.

Referencias

  1. Hare, William Loftus (2004). Mysticism of East and West. Whitefish, Montana: Kessinger Publishing, LLC
  2. Blavatsky, Helena P. (1972). The Key to Theosophy. Wheaton, Illinois: Quest Books.
  3. Humphreys, Christmas (1994). Karma and Rebirth. London: Curzon Press, pp.14.
  4. Judge, William Q. (2002). The Ocean of Theosophy. Pasadena, California: Theosophical University Press.
  5. Humphreys, Christmas (1994). Karma and Rebirth. London: Curzon Press, pp.35.

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